Terapia Somática: El arte de integrar sutilmente todo lo que somos.
- Ruth Sosa
- 13 may
- 4 Min. de lectura

¿Qué es la Terapia Somática?
La terapia somática es un enfoque psicoterapéutico que parte de una premisa fundamental: el cuerpo guarda memoria de nuestras experiencias emocionales y traumáticas. A diferencia de las terapias centradas únicamente en el pensamiento o la palabra, la terapia somática invita a prestar atención a las sensaciones físicas, los movimientos, la respiración y las respuestas del sistema nervioso como parte activa del proceso de sanación.
“Soma” significa cuerpo vivido, cuerpo sentido. Por eso, este enfoque entiende al cuerpo no como un objeto, sino como un territorio vivo que habla, recuerda y puede transformarse. Las emociones, el estrés crónico, los traumas no resueltos y las experiencias de vida impactan directamente en nuestro sistema nervioso, y muchas veces dejan huellas que se manifiestan en forma de tensiones, bloqueos, síntomas físicos o dificultades relacionales.
En la terapia somática, el trabajo no se limita a “hablar del problema”, sino que se apoya en la conciencia corporal para regular el sistema nervioso, liberar energía atrapada y recuperar una sensación de seguridad interior. Esto puede incluir ejercicios de respiración consciente, movimientos suaves, atención a microgestos, trabajo con la postura o incluso la exploración del contacto físico seguro, siempre de forma respetuosa y adaptada a cada persona.
¿Para qué sirve?
La terapia somática es especialmente útil para personas que han vivido:
Traumas (emocionales, físicos o de desarrollo)
Ansiedad o estrés crónico
Desconexión del cuerpo o disociación
Dificultades para regular emociones
Sensación de “estar atrapado” en patrones repetitivos
A través de este enfoque, el cuerpo se convierte en un recurso, no en un enemigo, y poco a poco se va restaurando la capacidad natural del sistema para autorregularse, sentir seguridad y experimentar bienestar.
Es importante conocer entonces como la terapia somática incide a nivel cerebral :
La terapia somática no solo actúa sobre el cuerpo, sino que modula directamente el funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso, ayudando a restaurar un estado de equilibrio y seguridad.
Desde un punto de vista neurobiológico, este enfoque se basa en el principio de que el trauma y el estrés crónico alteran la forma en que el cerebro procesa las experiencias y regula las emociones. Estas alteraciones suelen involucrar tres áreas clave:
1. 🧠 Sistema límbico (emociones y memoria emocional)
El sistema límbico, en especial la amígdala, es responsable de detectar amenazas y activar respuestas de defensa (lucha, huida o congelación). En personas con trauma, la amígdala puede estar hiperactivada, reaccionando como si el peligro aún estuviera presente, incluso cuando ya ha pasado.
La terapia somática ayuda a desactivar estas señales de alerta crónica al trabajar con la sensación de seguridad desde el cuerpo, lo que reduce la hiperreactividad emocional.
2. 🧠 Corteza prefrontal (regulación y conciencia)
Esta parte del cerebro está relacionada con funciones superiores como la autorregulación, la reflexión y la toma de decisiones. Cuando hay trauma, la conexión entre el cuerpo y la corteza prefrontal puede debilitarse, lo que dificulta pensar con claridad o sentirse en control.
La conciencia corporal cultivada en la terapia somática fortalece la comunicación entre el cuerpo y la corteza prefrontal, ayudando a que la persona se autorregule mejor y responda en lugar de reaccionar.
3. 🧠 Tronco encefálico y sistema nervioso autónomo (respuestas automáticas)
Este sistema regula funciones básicas como la respiración, el ritmo cardíaco y el estado de activación o reposo. El trauma puede dejar a las personas atrapadas en un estado de hiperactivación (ansiedad) o hipoactivación (apatía, disociación).
La terapia somática permite modular estos estados a través del cuerpo, usando técnicas como el movimiento consciente, el seguimiento de sensaciones o el enraizamiento para restaurar la capacidad del sistema nervioso de autorregularse. Por lo que trabaja de forma integrada, lo que significa que sus efectos se sienten a nivel emocional, corporal y cognitivo. No se enfoca únicamente en “entender” lo que sucede, sino en sentir, liberar y reorganizar la experiencia interna desde la raíz.
Lo que podemos analizar como regula e impacta en el cuerpo:
💗 A NIVEL EMOCIONAL:
Regula, reconoce y libera emociones atrapadas
Muchas emociones difíciles —como el miedo, la tristeza o la rabia— no pudieron expresarse adecuadamente en su momento y quedaron almacenadas en el cuerpo como tensión, bloqueo o síntomas.
La terapia somática brinda un espacio seguro para que estas emociones se sientan sin desbordarse, desde una presencia compasiva.
Ayuda a nombrar las emociones a medida que surgen en conexión con el cuerpo, lo que favorece una regulación emocional más profunda que solo hablar de ellas.
Las personas comienzan a reconocer sus estados emocionales antes de que los dominen, lo cual es clave para el autocuidado y la autoestima.
🧍♀️ A NIVEL CORPORAL:
Restaura la conexión con el cuerpo y promueve la autorregulación
Muchos traumas dejan a las personas desconectadas de su cuerpo, en estados de hiperactivación (alerta constante) o hipoactivación (apatía o desconexión).
La terapia somática guía a la persona a reconectar con sus sensaciones corporales, recuperar la capacidad de sentir placer, descanso, energía y límites seguros.
Ayuda a liberar tensiones acumuladas, movimientos de defensa inconclusos (como querer empujar o huir) y a sentir el cuerpo como un hogar habitable.
Se fortalece la capacidad de enraizarse, habitar el presente y sentirse seguro en el aquí y ahora
🧠 A NIVEL COGNITIVO:.
Reorganiza creencias limitantes desde la experiencia vivida
El trauma y el estrés crónico tienden a instalar narrativas internas disfuncionales, como “no estoy a salvo”, “no valgo”, “no tengo control”.
A través de experiencias corporales nuevas y seguras, el sistema nervioso recibe mensajes diferentes, lo que permite cambiar estos patrones desde la base.
La integración cuerpo-mente favorece una reflexión más clara y compasiva, donde la persona puede reinterpretar su historia con mayor perspectiva.
La neuroplasticidad permite que estas nuevas vivencias somáticas generen nuevas conexiones neuronales que sustentan pensamientos más saludables y realistas.
"Sanar el trauma requiere que escuchemos el cuerpo con compasión, porque el cuerpo cuenta su historia a través de sensaciones, no de palabras."
Arielle Schwartz, The Complex PTSD Workbook (2016).

"El cuerpo es nuestro mejor aliado en la sanación, ya que es capaz de recordar, procesar y liberar las emociones y experiencias traumáticas que la mente a menudo olvida."
Pat Ogden, 2009 .El trauma y el cuerpo: Un enfoque sensoriomotriz para la psicoterapia
Bibliografía.
Ogden, Pat, Minton, Kekuni & Pain, Clare. (2010)El trauma y el cuerpo: Un enfoque sensoriomotriz para la psicoterapia. Editorial Desclée De Brouwer
Dana, Deb (2021)La teoría polivagal en la terapia: Cómo regular estados emocionales desde el sistema nervioso autónomo. Editorial Eleftheria
van der Kolk, Bessel (2020)El cuerpo lleva la cuenta: Cerebro, mente y cuerpo en la superación del trauma. Editorial Eleftheria
Comments